Muchas veces he tenido la necesidad de ver qué está pasando o de hacer algo a distancia en un ordenador desde otro (por ejemplo, al estar trabajando en una habitación de la casa y querer controlar un ordenador que está en el piso superior). Y al final acabé sucumbiendo ante las maravillas del acceso remoto: poder controlar desde cualquier nuestro ordenador, y así ponerlo a trabajar. Y, como de costumbre, tenemos muchas opciones para entrar en un ordenador desde Internet.
«Escritorio remoto» de Windows
Windows incluye desde tiempos inmemoriales una utilidad llamada Escritorio remoto o Asistencia remota que permite, básicamente, iniciar una sesión remota en otro equipo Windows o Windows Server. De ese modo, si tenemos una cuenta de usuario en un ordenador con Windows y queremos controlarlo desde otro, podemos introducir su IP o nombre de host en la ventana y conectarnos.
El mayor problema de esta utilidad es que necesitamos poder realizar una conexión directa: es decir, si queremos acceder a él desde Internet, tenemos que hacer que nuestro ordenador sea visible desde Internet, utilizando la IP pública que nos asigne nuestro proveedor de servicios de Internet y redireccionando los puertos en nuestro router si fuera necesario (que suele ser necesario gracias a PAT). La configuración puede ser tediosa y quizá algo compleja para muchos usuarios.
Para ejecutar esta herramienta y usarla para entrar a un ordenador desde otro (siempre que ambos ejecuten Windows) únicamente necesitamos buscarla en la sección de «Accesorios» del menú de Inicio. Es decir, pulsamos el botón de Inicio, seleccionamos «Todos los programas», desplegamos la carpeta «Accesorios» y ahí debería aparecer. Otra opción es escribir «Escritorio remoto» o «Conexión a escritorio remoto» en el campo de búsqueda del propio menú de Windows. Esta opción es quizá la más adecuada para Windows 8.
VNC
VNC es la opción preferida por muchos, sobre todo por ser totalmente libre. Por otro lado también está el hecho de que existan muchas implementaciones del protocolo de VNC. ¿Qué ofrece? Acceder a sesiones de manera remota. El funcionamiento básico es el mismo: abrimos la aplicación en el ordenador que estemos usando, introducimos la dirección del ordenador al que queremos acceder, y si es posible, veremos en una ventana el escritorio del otro ordenador.
En cuanto al otro ordenador, tenemos que estar seguros de que el servicio de VNC está activado (depende de la implementación, pero es habitual que haya un icono en la bandeja de sistema; si no, será cuestión de ir a la consola de servicios de Windows o de ejecutar algún comando en Linux). También es necesario que nuestro ordenador esté visible desde Internet.
Como digo, hay decenas de implementaciones de VNC: VNC Free, Tight VNC, WinVNC, UltraVNC, SSHVNC… Suelen ser compatibles entre sí, pero si incluyen características propias que no están en el protocolo, no podrán funcionar. VNC es quizá la opción más extendida para entrar a un ordenador desde otro en entornos corporativos que no desplegaron un único sistema operativo, sobre todo cuando hay equipos con Linux.
«Escritorio remoto» de Chrome
Si somos usuarios de Google Chrome en cualquier sistema operativo (incluso en Chrome OS) podemos simplemente instalar una extensión para ese navegador, de manera que podamos acceder a él desde cualquier otro, o desde una tableta o móvil Android. La principal ventaja de este método es que no necesitamos que el ordenador esté visible desde Internet. La configuración es mucho más sencilla.
Deberemos instalar la extensión e iniciar sesión con nuestra cuenta de Google. Una vez instalada la extensión (o aplicación para Chrome, como les gusta llamarla), deberemos ejecutarla desde la página de nueva pestaña, para conceder más permisos y que se nos descargue el instalador del servicio necesario para que podamos acceder a nuestro ordenador desde otro.
Una vez lo hagamos, deberemos instalar también la extensión en el resto de ordenadores que queramos utilizar para entrar al nuestro, teniendo en cuenta que necesitamos que el navegador instalado en ese navegador también tiene que ser Google Chrome y también tiene que estar asociado a nuestra cuenta de Google.
Imagen | espensorvik