Todavía hay suelta por ahí alguna rara avis que compre discos de música, y que quiera mantener una colección en soporte físico que admirar. Y esas joyas, cada vez más escasas, muchas veces merece la pena que las conservemos para la posteridad. Y el soporte digital parece un medio adecuado para ello; por ello queremos contaros maneras de hacer copias de seguridad de discos de música.
Aunque los medios ópticos de buena calidad son ideales para almacenamiento de contenido a largo plazo (siempre que se conserven correctamente), la experiencia nos dice que los CD que utilizamos tienden a rayarse, a deteriorarse, a romperse y a perderse. Por ello merece la pena disponer de copias de seguridad, para no perder acceso a su música, que al fin y al cabo es lo que importante.
A imagen ISO
De igual modo que hicimos para realizar una copia de seguridad de DVD, podemos crear una imagen ISO a partir de nuestro álbum de música. De ese modo crearemos una copia de seguridad de un disco exacta, pero en un archivo de nuestro PC que podemos tratar igual que un documento o una foto.
El método es similar pero distinto. La mayoría de discos de música ya no incluyen DRM, por lo que no hay nada que crackear. En el caso de que incluyan protección anti-copia tampoco tendremos demasiado problema: muchas aplicaciones son capaces de saltársela sin demasiado problema. Podemos comprobar si un CD está protegido o no con A-Ray Scanner.
En Windows podemos recurrir a CDBurnerXP para crear una imagen ISO de un CD. Esta imagen ISO podemos luego montarla y tratarla como si fuera un CD normal. Con este proceso no perdemos nada; ni siquiera el potencial contenido adicional que pueda tener un CD. No obstante si únicamente contiene música puede que merezca la pena renunciar a la imagen ISO y utilizar otros formatos.
A formatos sin pérdida
Estamos muy acostumbrados a tratar con canciones como si fueran documentos, como simples archivos en nuestros discos duros. Es así como las tratamos cuando las compramos, cuando hacemos rips… Y podemos conseguir muy fácilmente versiones sin pérdida de nuestras canciones, pero ahorrando espacio en disco duro (ocupando definitivamente menos que una imagen ISO de un CD), siempre con la máxima calidad. Las palabras «sin pérdida» no son equivalentes a «sin compresión» en este caso.
Disponemos de varios formatos para hacer copias sin pérdida de nuestras canciones. Podemos elegir el formato WAV (PCM), el formato ALAC de Apple, o el más estándar y que yo os recomiendo: el formato FLAC (Free Lossless Audio Codec). ¿Por qué nos decantamos por el último? Porque la f de free no es de gratis, sino de libre. Se trata del formato más extendido sin duda.
Para copiar un CD en formato FLAC podemos elegir muchas aplicaciones: desde MediaMonkey hasta alguna de las últimas versiones de Winamp, pero quizá merezca la pena utilizar un programa dedicado para realizar las copias de la manera más simple posible. Os recomiendo Flic Flac Audio Converter.
Eso sí, recordad que estos formatos todavía pueden hacer que una canción ocupe perfectamente más de 50 megas. Si váis a pasarla a un reproductor portátil y queréis hacer que una canción ocupe menos os recomiendo que reviséis el primero de los mçetodos que propusimos para que quepa más música en el móvil; básicamente hablamos de convertir las canciones a MP3 o AAC con bitrates respetables pero que reducen mucho el tamaño de cada canción.
A formatos con compresión
Muchos usuarios no son especialmente fanáticos de mantener las canciones a la calidad matemáticamente superior, y sirve con que la canción se oiga bien y no ocupe mucho. Para muchos usuarios, el formato AAC o MP3 es más que suficiente para realizar una copia de seguridad de un CD de música, con la comodidad de tener archivos que no ocupan mucho y que pueden manejar con mucha facilidad.
iTunes es un buen programa para mantener una biblioteca musical y además permite realizar copias a estos formatos. Son adecuados, además, para transmitirlos o copiarlos a dispositivos portátiles (y así tenerlos siempre con nosotros si así lo deseamos). Recordad que 256kbps es un bitrate respetable para la mayoría de canciones y la mayoría de oídos.
Si no queréis utilizar iTunes y queréis algo con lo que mantener algo más de control, no os perdáis Advanced Audio CD Ripper.
Imagen | Todd Binger | Alejandro Mallea