Como muchas personas, toco la guitarra. Y la verdad es que no pocas veces he olvidado el afinador en casa; es posible afinar únicamente con el oído pero se tarda mucho más. Lo que nunca se me olvida es el móvil; por eso, con el tiempo, he acabado aprendiendo que un afinador para Android o un afinador para iPhone son buen salvavidas.
Puede que los resultados no sean tan precisos como con dispositivo dedicado únicamente a afinar y desarrollado y programado únicamente para ello; sin embargo podemos conseguir una precisión bastante aceptable únicamente mediante nuestro móvil (y su micrófono) y un poco de silencio y de paciencia. Hay muchas aplicaciones, gratuitas, con publicidad y de pago, que nos permiten afinar muy fácilmente nuestra guitarra. Incluso sirven para todo tipo de instrumentos.
Si no tenéis el móvil encima pero sí tenéis un PC cerca podéis, por ejemplo, instalar Free Guitar Tuner, un programa gratuito que te permitirá afinar fácilmente tu guitarra utilizando el micrófono de tu ordenador (o conectando tu guitarra a la entrada de línea de tu tarjeta de sonido). En la misma línea está el Afinador multi-instrumento, aunque la licencia en este caso es shareware.
Si queréis hacerlo en cualquier lugar con cualquier plataforma os recomiendo, de cajón, Guitar Tuna. Está disponible para iOS, para Android y para Windows Phone, una aplicación muy atractiva visualmente, así como sencilla de utilizar. Tiene otros accesorios como un metrónomo y guías de escalas y acordes, así como distintos modos de afinación, aunque en ocasiones previa compra in-app. También incluye un curioso juego para entrenar nuestro oído musical.
Si utilizáis iPhone, podéis probar también Guitarra, con un precio de 2,69€ y que incluye además información sobre acordes, escalas y un práctico metrónomo. Ideal para mejorar nuestra técnica también.
La verdadera cuestión es que todas estas aplicaciones nos echarán una mano, pero nunca podrán sustituir por completo un afinador «como tal». No vienen mal para un apaño, pero al final la mejor recomendación es que echéis al estuche de vuestro instrumento un afinador de verdad.
Imagen | Gavin Tapp