Ayer fue lanzado WhatsApp Web, la versión Web de la aplicación de mensajería instantánea más popular de gran parte del mundo. Gracias a este lanzamiento ya disponemos de un modo oficial de usar WhatsApp en el ordenador, evitando tener que cambiar de dispositivo para contestar un mensaje. Pero es llamativo que necesitamos tener el móvil encendido para poder recibir y enviar mensajes. ¿Por qué? Vamos a verlo.
Cuando abrimos la versión Web de WhatsApp aparece, como vimos ayer, un código QR que deberemos leer con la última versión de la aplicación de WhatsApp para Android, Windows Phone, BlackBerry y BlackBerry 10. De hecho que la aplicación esté actualizada es requisito no únicamente para que podamos leer el código QR, sino para que también envíe los mensajes a la versión Web.
Cuando usamos la versión Web, realmente abrimos una conexión con un servidor, que se conecta a su vez a WhatsApp en nuestro móvil. En este momento, por lo que he podido inspeccionar a través de las devtools de Chrome, esa conexión se realiza mediante WebSockets (que no son sino conexiones que permiten comunicación bidireccional entre un navegador y un servidor). No obstante hay quien dice que se trata de WebRTC; si alguien tiene información más concreta al respecto, bienvenida será.
Es este servidor el que, cuando yo quiero mandarle un mensaje a mi hermano se encarga de enviar los mensajes a nuestro móvil a través del servidor, y nuestro móvil de enviárselo a él. Cuando recibimos un mensaje el camino es inverso: llega a nuestro móvil, que lo envía al servidor, que a su vez lo envía a nuestro navegador (ejecutando WhatsApp Web), que nos lo muestra en la pantalla.
Por ello, si el móvil está apagado, no recibiremos los mensajes a través de WhatsApp Web, ni podremos enviarlos, al menos hasta que el móvil vuelva a estar conectado a Internet. Tampoco nos valdrá para utilizar WhatsApp en el extranjero si el móvil no está conectado a alguna parte. Sí que podemos usarlo para utilizarlo a distancia, al menos mientras la sesión de nuestro navegador siga abierta.
Esto es así porque WhatsApp en sus servidores no almacena prácticamente nada (se limitan al contenido multimedia, que además se limpia periódicamente). Es nuestro móvil el que contiene la lista de contactos, el que contiene el historial de mensajes y el que contiene la clave de cifrado utilizada en nuestros mensajes. Recordad que WhatsApp es seguro ahora.