Durante mucho tiempo ha sido necesario descargar Flash para poder ver vídeos en Internet. Todo cambió con HTML5, y es gracias a las nuevas tecnologías especificadas en este estándar que desde hoy, por defecto, YouTube no necesita Flash para reproducir sus vídeos en el navegador. ¿Por qué?
En HTML5 se incluyen muchas etiquetas nuevas, muchas de ellas para solucionar problemas de HTML4 o para añadir nuevas características. Una de ellas es la etiqueta <video>, que permite introducir elementos de vídeo en nuestro navegador que puedan reproducirse de forma nativa y no mediante complementos.
En estos momentos todas las últimas versiones de todos los navegadores tienen soporte para esta etiqueta, pero sí que difieren en un detalle: el códec a utilizar. Los formatos de audio y vídeo usados en HTML5 deben diferir según el navegador que vaya a abrirlo y, por tanto, acaba siendo necesario ofrecer los vídeos en los dos formatos.
Chrome incluye soporte para todos los formatos relevantes (WebM, Ogg Theora, H.264), mientras que Firefox únicamente da soporte para el último de estos formatos si el sistema operativo tiene instalado un decodificador de terceros. Es el mismo caso que Internet Explorer que, a cambio, no soporta los anteriores sin códecs adicionales (que no se incluyen por defecto). Safari reproduce todo a través de QuickTime.
YouTube ofrece todos los vídeos codificados mediante H.264 (en contenedor MP4), mientras que muchos de sus vídeos están disponibles en más formatos como VP9 (formato desarrollado por la propia Google). En cualquier caso, sí que podemos confirmar que, por defecto, se nos mostrará el reproductor HTML5, aprovechando que ya hay soporte para toda la tecnología utilizada por YouTube (como el bitrate adaptativo en función del ancho de banda disponible).
Por cierto, usar VP9 es especialmente interesante en el caso de la alta definición y de los vídeos 4K que ya están disponibles en la plataforma, dado que necesita un ancho de banda mucho menor que los códecs habituales.
¿Qué ventajas tiene? El vídeo HTML5, por ejemplo, puede hacer uso de aceleración gráfica, descargando de ese trabajo a la CPU de nuestro ordenador y resultando en un mejor rendimiento del navegador.