Las redes WiFi se han vuelto prácticamente ubicuas. Estoy seguro de que, si vas paseando por tu ciudad y tienes abierta esa pantalla en tu móvil, verás muchísimas redes, y muchas de ellas no serán del todo seguras. Y también estoy seguro de que no tendréis especial interés en que otros se conecten a Internet a través de vuestra red. Veamos cómo saber si se han conectado otros a nuestra red WiFi.
El primer paso: inventariar nuestros dispositivos
Para saber si hay intrusos en nuestro WiFi, lo primero que hay que hacer es, básicamente, saber cómo se identifican nuestros propios dispositivos. Para ello conviene saber su nombre y, si queremos hacerlo de manera más inequívoca, su dirección MAC. Es un número de doce cifras hexadecimales (es decir, del 0 al 9 y de la A a la F), organizado en seis bloques de dos, con una pinta parecida a 01:23:45:67:89:0A.
En Windows basta con ir al Centro de Redes y Recursos Compartidos, pulsar en la conexión a la que está conectada la interfaz de red cuya MAC queremos conocer, y pulsar en el botón «Detalles». Otra opción es escribir en una terminal de símbolo de sistema el comando ipconfig
, y en la salida distinguir cuál es la interfaz que nos interesa (WiFi o de cable).
En el caso de OS X o Linux voy a recomendaros que abráis una terminal y que ejecutéis el comando ifconfig
. Si queréis verlo en vuestro móvil Android deberéis ir a «Ajustes», luego a «Acerca del teléfono» y luego a la sección «Estado». En iOS, «Ajustes», «General» y «Estado». En Windows Phone, «Configuración», «Acerca de», y pulsáis el botón «Más información».
El segundo paso: detectar intrusos
Podéis intuir que hay intrusos en vuestra red WiFi si, cuando tengáis los ordenadores y móviles apagados, parpadean mucho las luces de vuestro router o punto de acceso. También si, cuando estáis usando vuestro ordenador, veis que la velocidad de descarga o de subida es bastante menor de lo que debería.
Lo que debéis hacer es saber qué equipos hay conectados a vuestra red, con la lista que hicisteis en el paso anterior a mano, para saber qué equipos son de vuestra casa y qué equipos son de las de los vecinos. La interfaz de configuración de vuestro router incluye una manera de ver los equipos conectados, o por lo menos de ver la tabla de asignación de direcciones.
Hay mil modelos de router y no podemos explicarlos todos aquí; pero basta con que accedáis a 192.168.1.1 o 192.168.0.1 en vuestro navegador, pongáis la contraseña (1234/1234, admin/admin…) y cacharreéis con la interfaz de red. Si no modificáis nada no habrá mucho problema.
La otra opción es usar una aplicación como Wireless Network Watcher, Who Is On My Wifi, o Fing para iOS o para Android. Son muy fáciles de usar y os permitirán saber de un vistazo qué equipos hay conectados a vuestra red.
El tercer paso: prevenir
Una vez confirmado que tenemos intrusos, o incluso sin confirmarlo, debemos fortificar nuestra red. Para ello podemos probar varias cosas:
- Usar un cifrado fuerte, como mínimo WPA, y si puede ser WPA2 mejor. Lo veréis como WPA2-PSK (la PSK viene de pre-shared key; se trata de un cifrado basado en una clave que debe ser previamente compartida con quienes vayan a acceder a la red; con «clave» nos referimos a una cadena de números, letras y símbolos que en mi piso, por ejemplo, está escrita en la puerta de la nevera).
- Además de usar un algoritmo de cifrado fuerte, conviene deshabilitar WPS (una funcionalidad que permite conectar fácilmente equipos sin compartir claves, pulsando un botón en el router). Esta característica tiene vulnerabilidades conocidas y, realmente, una vez conectados los equipos no tiene ninguna utilidad.
- No viene mal, nunca, usar una clave todo lo larga que podamos y elegida por nosotros, y sin usar palabras del diccionario, intercalando números y símbolos y demás. Como si eligiéramos una contraseña segura. No usemos la clave que viene por defecto, dado que estas claves son generadas con algoritmos conocidos y a partir de datos públicos, por lo que son claves muy débiles.
- Apagad el router cuando no lo uséis. Los ataques dirigidos a obtener la clave de acceso a una red inalámbrica se basan en algoritmos o en fuerza bruta. Si apagamos el router, los ataques por fuerza bruta se previenen muy bien, dado que interrumpimos la escucha por quien busque acceder a la red.
Hay mil modelos de red WiFi; deberéis consultar la documentación de vuestro modelo concreto (o hablar con quien os lo proporcionó) para activarlas (o desactivarlas, según corresponda).
Imagen | Clive Darra | Mr. Theklan